LA LLAMADA DEL ÁNGEL

Pues hoy me gustaría empezar una pekeña historia por capítulos.. Espero que os guste y si me kereis dar sugerencias estoy abiertas a ellas ^^ Un saludo.



Como cada semenstre, sus potentes ojos me miraban. Esos ojos de color esmeralda grisáceos, esos ojos tan exuberantes y hermosos, pero que no reflejaban más que indiferencia. Me daban miedo,por eso me fascinaban tanto.


Llevaba casi diez años con esos ojos en mi vida, pero jamás les había dado tanta importancia. En cuanto sonó el timbre se levantó, con su alta figura, y se esfumó, como una sombra, entre los pasillos.
Recogí mis libros del suelo y los metí en imochila negra de
Victoria Francés.


Al salir me encontré con Cris. Estábamos en verano, casi acabando el curso, y su atuendo no dejaba dudas de ello. LLevaba una camisa de palabra de honor, bastante suelta, con un lazo al principio de pequeño faldón, la camisa era de color azulado verdoso; un pantlón pesquero vaquero muy claro y unas bailarinas blancas, a juego con el laz de la camisa, la diadema y la cazadora blanca.

- Te estaba buscando- Me dijo sin apenas ganas.
-¿ Ni un hola ni nada?-
- [¬¬] Hola- Y esta se suponía que era mi mejor amiga.
- [v.v']ains... ¿Qué querías?- resignada.
- Toma- me tendió una carta- no me gusta hacerte de
recadera. Se lo puedes decir a tu amigo.-
- ¿Qué amigo?-
- El de los ojos raros-
-¡¿Christian?!- Se me salieron los ojos de las órbitas-
-Sí-
- No es mi amigo-
- Pues... ¿qué signifaca la carta?-
- No tengo ni idea-

Me diríjí a la siguiente clase, había muy poca gente, a lo sumo 10personas, era última hora y mucha gente la piraba. Yo no solía, pero no sé porqué, ese día no quería ir a clase, así que, antes de que llegara la profesora me levanté de mi pupitre y me fuí. Quería estar sola y qué mejor sitio, que el bosque de la parte de atrás.













INÉS:
Hace un tiempo que no dejar de observarte y tú te has cerciorado de ello, te noto inquieta cuando nuestras miradas se juntan. Lo que para mí es hermoso, a tí parece angustiarte y asustar. Que sepas que no es lo que pretendo, sólo quiero conocerte, porque llevamos muchos años juntos y aún no sé nada de tí.
Podrá sonarte absurdo, tonto e ,incluso, cursi, pero no te puedo apartar de mi mente ni un instante, cada día que no te veo siento que la mayor de las angustias recorre mi pecho y que sio veo la luz de tus ojos, me quedo ciego no sé a donde ir, porque tú, mi mayor estrella, mi sol, no está.

Espero no incomodarte con mi carta, pero necesitaba decírtelo.

Un saludo

CHRISTIAN


La carta me había conmocionado, encantado y enamorado, nunca había pensado que un chico tan distante pudiera escribir cosas tan dulces.

Me había santado a los pies de un viejo roble, el suelo estaba lleno de hojas, al menos a mi alrededor, porque el resto del bosque lucía una manta de hierba y por los árboles se colaban dorados rayos de sol.
Releí dos veces más la carta y luego la volví a guardar en mi mochila.
A mis espaldas, oí el chasquido de una hoja y unos pasos, me sobresalté tanto que me levanté de un salto y me dí con una rama, un tanto baja del árbol, en la cabeza, tan fuerte fue el golpe, que me desmayé.



Al empezar a recobrar el sentido noté que una mano rozaba y acariciaba mi frente, con ternura y protección, y cuando abrí los ojos ví los de Christian, clavados en mí, otra vez. Estaba apoyada en sus piernas y bastante cómoda, la verdad, pero cuando recordé todos me levanté de golpe y todo comenzó a darme vueltas, volví a tumbarme.

- No hagas esfuerzos, espera- Su voz me sobresaltó, era la primera vez en dos años que la oía y mepareció hermosa.
- ¿ A qué venía la carta?- logré preguntar a duras penas, porque solo me salió un susurro.
- Descansa, espera, no apures al destino-
- ¿Qué me estás contando?- grté, pero luego me entró tal dolor de cabeza que decidí no volverlo a hacer hasta dentro d eun rato.
- El silencio es un grito de la verdad, escúhalo-
- ¿QUÉ? eso no tiene ningún sentido.-
- Nada lo tiene, lo único importante somos tú y yo.
Todo expira, salvo tú y yo.

Me estaba empezando a dar miedo, per eso me atraía más, como sus ojos. Y la verdad parecía estar pensandoe n otra cosa, así que no le dí impotancia.

- Perdón, no quería asustarte, es que me pierdo en mis
pensamientos y no sé lo que digo-
- No, no me no me lo jures- Me reí ligeramente.
Se rió- ¿Te ha gustado mi carta?-
- No e la espraba...-
- ¿Eso es un sí o un no?-
- Pues...- no pude contestar, me quedé embelesadamirado sus ojos.
- ¿ Y bien?-
- Sí, creo que sí- No sabía ni lo que decía.
-Estupendo, ahora necesito saber si sientes
lo mismo...-

Me había quedado pálida, ¿ni si quiera una cita? ¿ni nada por el estilo? ¿Así? ¿Derrepente?

- No te pongas así, no hace falta que me lo digas
ahora... Cuando lo sepas comunícamelo, pero
hasta entonces déjame ser tu amigo y déjame conocerte
y que me conozcas- Sonrió- Ya sabes mis sentimientos
hacia tí, pero espero que eso no te impida estar con
otros chicos. Yo sólo quería que lo supieras, tampoco
me preguntes el motivo por el cual siento esto,
porque no lo sé. Lo único que sé es que quiero estar
contigo y punto.-

Era el discurso más raro que me había soltado, parecía que se había soltado una enorme carga de encima porque pareció relajarse. No sabía que contestarle, sólo asentí.
La cabeza comenzó a despejarme y me incorporé para sentarme a su lado.

- Esto, hay una cosa que tienes que tener en cuenta- Sonrió para sí- Voy a intentar conquistarte y no voy a parar hasta
conseguirlo y cuando sepa que tú también me quieres,
no voy a djarte escapar.-
Me reí -Vale, eres muy raro, pero encantador- Dudé un momento-
-.. A tu manera.

Estalló en risas y yo no tadé en acompañarle.

Como todo un caballero me acompañó hasta casa.Y así fueron pasando los días, fuimos poco a poco, primero empezamos por hablar en los pasillos, en la ida a casa y en clase, ya que lo tenía al lado. Luego el finde lo inventé con las chicas y conmigo, al principio no quiso, pero conseguí que viniera.

Se presentó en el parque a las cinco con unos pantalones cagados, negros; un polo rosa, que se le ceñía, mostrando su cuerpazo y que quedaba de perlas con su piel bronceada. Y unos playeros , negros, grandes. Su pelo, castaño, en forma de casco (a lo chulo) perfectamente alisado.
Se me calló la baba, hasta que Cris (TAN ENCANTADORA COMO SIEMPRE) me soltó una hostia en la cara y me desperté. Para que Chris nos e sintiera tan desplazado entre tanta chica, invitamos a Pablo, un aimgo neustro, que se levabaway con Chris.

La tarde fue genial y a las chicas les encantó. La semana siguiente ya estubimos más pegados, quedar después del cole, notas en clase, cartas en la taquilla y llamadas a media noche, casi nos hicimos inseparables y me parecía muy raro en tan poco tiempo. La noche del puente nos íbamos a quedar a dormir en casa de Eli con unos cuantos amigos más, él y yo habíamos quedado antes, quería enseñarme algo, que según él, era importantísimo. Me llevó al estanque del parque y allí sucedió una cosa muy extraña....



CONTINUARÁ
















Pues hasta aquí el capítulo de esta semana, si me acuerdo la semana que viene pondrré otro. Un saludo y seguir leyendónos.























La InE..+