- ¿Estás bien?
- Supongo.
- ¿Supones?
- Sí.
- Eso es como decir que no, ¿verdad?
- Según lo veas.
- Lo veo así.
- Pues no todo el mundo lo hace.
- A ver, ¿qué te pasó ya?
- Que si digo que estoy bien llorando, ellas me creen. No quieren ver lo que me pasa, aunque sea por su culpa. Lo causan, y se largan. Y no es justo. -
Ven. Dame un abrazo y olvida esa gente que dice ser tu amiga...
no lo he sabido hasta ahora, pero ya lo tengo claro: te quise mucho mas de lo que tu podras quererme nunca, y pagué el precio de todos tus errores... búscate otra pringada, mi amor, esta: se larga.
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